La Biología del Compost
Transformando Residuos en Recursos y Emprendiendo para el Futuro
Last updated
Transformando Residuos en Recursos y Emprendiendo para el Futuro
Last updated
En este capitulo vamos a hablar de algo muy especial que conecta a toda la naturaleza: el compost. Imaginemos que el compost es como una receta mágica de la naturaleza, donde los residuos orgánicos, como cáscaras de frutas y verduras, hojas secas o restos de plantas, se convierten en algo valioso y lleno de vida. Este proceso transforma los “desechos” en un recurso increíble que ayuda a enriquecer la tierra, aportando nutrientes y mejorando el suelo para que nuevas plantas crezcan fuertes y saludables. Es como devolverle al suelo lo que le quitamos, ¡un ciclo continuo que ayuda a cuidar nuestro planeta!
El compost es el resultado de un proceso natural de descomposición de materiales orgánicos, algo que la naturaleza lleva haciendo por millones de años. En el suelo, pequeños organismos como bacterias, hongos, lombrices e insectos trabajan juntos para descomponer las hojas y restos de plantas. Estos pequeños trabajadores invisibles transforman estos materiales en un “compost” rico en nutrientes, un abono perfecto para las plantas. ¡Es como hacer un súper batido para nuestro jardín o huerto!
El compostaje es como una receta con ingredientes específicos, el manual Composting in the Classroom de Trautmann, Nancy M.Krasny, Marianne E. sugiere usar tres tipos de materiales:
Materiales marrones: Estos aportan carbono y pueden ser hojas secas, ramas pequeñas y cartón.
Materiales verdes: Aportan nitrógeno, y entre ellos se incluyen restos de frutas y verduras, cáscaras de huevo y recortes de césped.
Agua: La humedad ayuda a mantener el proceso de descomposición en marcha.
Esta mezcla crea un ambiente perfecto para los microorganismos del suelo, como bacterias y hongos, que transforman estos materiales en una tierra oscura y rica llamada humus. El observar el compostaje en tiempo real puede ser una forma maravillosa de conectar a los estudiantes con procesos ecológicos esenciales.
A lo largo del proceso de compostaje, el material orgánico pasa por varias fases en las que actúan diferentes organismos. Según El manual de compostaje del agricultor, las fases del compostaje se pueden identificar por los cambios de temperatura, olor y textura. Cada fase tiene sus protagonistas:
Al iniciar el compostaje, unas bacterias llamadas mesófilas comienzan a trabajar a temperaturas moderadas. Son clave para descomponer los materiales más simples. Por ejemplo, los géneros Pseudomonas y Bacillus son grandes protagonistas. Simultáneamente, lombrices e insectos pequeños, como los colémbolos (artrópodos del suelo), ayudan a descomponer los materiales más blandos y a airear el compost, preparando el terreno para las siguientes etapas.
Cuando el compost alcanza temperaturas superiores a 45 °C, las bacterias que trabajan a temperaturas moderadas son reemplazadas por bacterias termófilas, que actúan en temperaturas más altas. Estas bacterias, como las del género Thermus, son capaces de descomponer materiales complejos como celulosa y lignina, lo que acelera el proceso. Además, esta etapa es conocida como la fase de higienización, ya que el calor elimina contaminantes como bacterias dañinas, hongos y semillas no deseadas. Es crucial para garantizar un compost seguro y de calidad.
¿Qué pasa con los macroorganismos?
Durante esta fase, las lombrices y otros organismos más grandes se retiran por el calor, pero pequeños invertebrados resistentes permanecen en los bordes del compost, donde las temperaturas son más bajas.
Fase de enfriamiento y maduración
Después de que las fuentes principales de carbono y nitrógeno se agotan, la temperatura desciende a unos 40-45 °C. En este punto, las bacterias mesófilas regresan, y hongos como Aspergillus y Penicillium aparecen para continuar descomponiendo el material restante, formando un compost homogéneo y estable. Los macroorganismos, como las lombrices, vuelven a la acción para airear el compost y enriquecerlo, creando un humus fértil ideal para la agricultura o jardinería.
Como señala el libro Composting in the Classroom, "el monitoreo de estas fases permite a los estudiantes observar y aprender sobre la microbiología del suelo y los ciclos de nutrientes". Además, este proceso ayuda a visualizar el impacto positivo de reducir los residuos y reutilizarlos de manera ecológica.
El libro Composting in the Classroom ofrece una serie de actividades prácticas para cada etapa del compostaje, lo cual lo hace ideal para el aprendizaje de estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato. Algunas actividades que puedes implementar en el aula incluyen:
Construir una caja de compostaje: Usar materiales reciclados para crear una estructura simple para el compost puede ser una buena y practica idea. También podrías utilizar fabricación digital para crear su propio compostador, como el Wormound o Biocompostera Digital de Fab Lab U. de chile.
Monitoreo de temperatura: Usar un termómetro para medir el calor generado, observando cómo la temperatura cambia según los materiales y las condiciones. En este apartado herramientas como el P-Bit una herramienta educativa portátil que permite a los estudiantes medir y monitorear variables ambientales como temperatura, humedad y luz. Diseñado para fomentar la curiosidad científica, el P-Bit ofrece una forma sencilla y práctica de aprender sobre el medio ambiente y su impacto en la vida cotidiana o el Kit de Sensores de Smart Citizen un sistema independiente que permite medir y registrar datos sobre calidad del aire, ruido, temperatura y otros factores ambientales. Diseñado para proyectos de ciencia ciudadana, este kit proporciona datos precisos y accesibles para analizar el entorno urbano y fomentar la participación activa en temas de sostenibilidad y ecología.
Diario del compostaje: Llevar un registro de los cambios observados en el compost en cuanto a olor, color y consistencia, permitiendo a los estudiantes conectar la teoría con la práctica.
Crear y compartir inoculadores de abono es una actividad increíble para que los estudiantes desarrollen su creatividad y piensen en soluciones útiles para su comunidad. Aquí te dejamos algunas ideas fáciles de implementar:
Compost enriquecido para vender: Los alumnos pueden producir compost inoculado, lleno de nutrientes, y ofrecerlo a agricultores, jardineros o vecinos interesados en mejorar sus plantas.
Kits de inoculadores DIY: Preparar kits prácticos que incluyan una pequeña muestra de inoculador seco y un folleto con instrucciones claras para que cualquiera pueda usarlo en casa o en su huerto.
Talleres para la comunidad: Organizar talleres donde los estudiantes enseñen técnicas de compostaje avanzado e inoculación, compartiendo su aprendizaje y promoviendo prácticas sostenibles.
El compostaje no solo es una forma de cuidar el medio ambiente, sino también una experiencia educativa emocionante. Al trabajar con inoculadores, los estudiantes aprenderán sobre sostenibilidad, responsabilidad y, al mismo tiempo, desarrollarán habilidades para emprender proyectos innovadores.
¡Invitamos a profesores, estudiantes y familias a unirse a esta aventura! Descubran cómo convertir desechos en recursos valiosos mientras cultivan el espíritu emprendedor. 🌱✨