Taller de compostaje en el aula
Transformando Residuos en Vida
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Objetivo: Enseñarles a los estudiantes cómo convertir los restos de comida en algo súper útil para las plantas mientras aprenden sobre la naturaleza y el reciclaje. ¡Vamos a transformar residuos en tierra fértil!
Botellas de plástico, cajas plásticas o un compostador grande (según el espacio y nivel de los chicos)
Residuos “verdes” (restos de frutas y verduras) y “marrones” (hojas secas, cartón)
Termómetro de compost o P-Bit /Smart citizen para medir temperatura y humedad (si tienes uno)
Guantes y delantales
Lupas para investigar (si están disponibles)
Empieza contándoles qué es el compost y por qué es tan genial. Utiliza la información de este libro electrónico para crear una presentación. Aquí te compartimos un video de la ONU sobre compostaje en Vietnam.
Adapta el mensaje según el grupo:
Con los más chicos: Diles que vamos a convertir cáscaras y restos de comida en tierra rica para las plantas, ¡como si fuera magia!
Con los mayores: Habla del papel de bacterias y hongos y de cómo el compost ayuda a reciclar nutrientes.
Arma un espacio de compostaje: botellas de agua recicladas para espacios pequeños, cajas de plástico para interiores o un compostador grande si tienes más espacio.
Invita a los chicos a recolectar restos de sus casas, o pide que la cafetería guarde algunos residuos para el taller.
Juega con ellos a separar los residuos en “verdes” (restos de frutas y verduras) y “marrones” (hojas secas, papel). Así aprenden a identificar qué se puede compostar y se divierten con la clasificación.
Con guantes puestos, que los estudiantes vayan agregando capas de “verdes” y “marrones” a su compostador. ¡Es como armar un pastel de capas! Explica que necesitamos esta mezcla equilibrada para que funcione bien.
Si tienes chicos de secundaria o bachillerato y acceso a herramientas como impresoras 3D, ¿por qué no crear un compostador personalizado? ¡Sería una combinación perfecta de tecnología y ecología!
Dependiendo del nivel:
Primaria: Observen el compost cada semana para ver cómo cambian el color, el olor y la textura. ¡Es como ver cómo se cocina algo poco a poco!
Secundaria y bachillerato: Si tienes termómetro o P-Bit, que midan la temperatura y humedad. Los chicos pueden registrar estos datos para ver cómo el compost se calienta gracias al trabajo de los microorganismos.
Con estudiantes más avanzados, puedes hablar de los “inoculadores” y hacer una mezcla especial con residuos, agua y melaza para que el compost vaya aún más rápido.
Con lupas, invita a los estudiantes a investigar los “habitantes” del compost: pequeñas lombrices y otros bichitos que ayudan en el proceso. Explícales que estos microorganismos descomponen la materia orgánica y que son los “héroes invisibles” del compostaje.
Para los estudiantes mayores, explora los diferentes tipos de bacterias y hongos que ayudan en cada etapa del proceso.
Una vez que el compost esté listo, ¡es momento de usarlo! Apliquen el compost en las plantas del aula, en el huerto escolar o en una maceta especial que todos puedan cuidar. Además, si usaron botellas de plástico como compostadoras, la parte que recolecta los lixiviados (el líquido que se produce en el compostaje) ¡puede transformarse en una maceta!
Actividad creativa: Decoren la parte inferior. Pueden pintarla, ponerle cintas o incluso pegarle dibujos. Luego, con un poco de tierra y el compost que crearon, conviértanla en una maceta para plantar algo especial. Así, los estudiantes verán cómo el compost y los residuos se convierten en un ciclo de vida completo, desde los residuos hasta las nuevas plantas.
Pregunta para reflexionar: ¿Dónde más creen que podríamos usar el compost? Esto abre ideas para usarlo en casa, en parques o jardines de la comunidad. ¡Así el compostaje se convierte en algo útil y hermoso!
Cada semana, toma unos minutos para que los estudiantes compartan lo que vieron. Pueden hacer dibujos o escribir en un diario lo que han observado en el compost. ¡Incluso podrían hacer un mural para inspirar a otros!
Al final, haz una exhibición con el compost terminado y lo que aprendieron. Que los chicos enseñen a otros estudiantes o incluso a sus familias. ¡Les encantará ser los expertos en compostaje!