¿Cómo integrar esta actividad el aula?
Los experimentos en el aula no solo permiten a los estudiantes aprender ciencia de manera práctica, sino que también fomentan la reflexión sobre temas urgentes como el desperdicio alimentario y la sostenibilidad. En esta guía, te proporcionamos un paso a paso para desarrollar un proyecto de experimentación utilizando el método científico, con el objetivo de involucrar a la comunidad y crear hábitos sostenibles en los estudiantes.
1. Investigación y concientización
Antes de realizar cualquier experimento, es fundamental que los estudiantes comprendan la problemática que abordarán. Este paso tiene como objetivo introducirlos al tema y generar un interés genuino. Podrías plantear preguntas iniciales como:
¿Qué es el desperdicio alimentario?
¿Cómo afecta al medio ambiente?
¿Qué soluciones existen para reducir el desperdicio de alimentos?
¿Cómo los hongos pueden ayudarnos a combatir el desperdicio alimentarios?
Los estudiantes pueden investigar de manera colaborativa, utilizando recursos en línea, artículos científicos y documentales, para formar una conciencia ambiental más amplia. Esta fase también involucra la identificación de cómo los hongos y otros elementos de la naturaleza pueden ser aliados en la economía circular.
2. Análisis de ingredientes o materiales
Una vez que los estudiantes comprendan la importancia de los hongos en la economía circular de los ecosistemas, es hora de analizar los materiales con los que trabajarán. En el caso de los experimentos de cultivo de hongos, los estudiantes deben explorar diferentes tipos de residuos orgánicos que podrían utilizar como sustratos (por ejemplo, posos de café, paja, cartón).
Es importante que los profesores guíen a los estudiantes en la selección de materiales, considerando factores como:
Disponibilidad: ¿Son materiales fáciles de encontrar localmente?
Impacto ambiental: ¿Cómo contribuye el uso de estos materiales a la reducción de residuos?
Propiedades: ¿Qué propiedades tienen estos materiales que podrían influir en el crecimiento de los hongos?
En este punto, el uso de tecnologias como el P-Bit es clave para monitorear variables como temperatura, humedad o luz, lo que permitirá a los estudiantes analizar cómo los diferentes sustratos afectan el crecimiento de los hongos.
3. Recopilación de materiales con la comunidad o actores sociales
La participación de la comunidad es una herramienta poderosa para involucrar a los estudiantes en la acción colectiva. Organizar actividades para recopilar los residuos que serán utilizados en los experimentos es una excelente oportunidad para trabajar con actores locales como:
Comercios locales (cafeterías, mercados, supermercados).
Padres y familiares.
Otros centros educativos.
Además de obtener los materiales, esta fase también promueve la concientización comunitaria sobre el tema del desperdicio alimentario y la sostenibilidad. Los educadores pueden organizar campañas de recolección, donde los estudiantes expliquen a la comunidad el propósito del proyecto y cómo estos materiales se transformarán en algo útil mediante la ciencia.
4. Elaboración de experimentos con P-Bit y el método científico
Con los materiales listos, llega el momento de guiar a los estudiantes en la planificación y ejecución de sus experimentos utilizando el método científico. En esta fase, los estudiantes deben:
Formular hipótesis: ¿Qué materiales o condiciones favorecerán más el crecimiento de los hongos?
Diseñar el experimento: Planear cómo usarán los sustratos, el micelio de hongos y el P-Bit para medir condiciones como temperatura, humedad, y tiempo de crecimiento.
Recoger datos: Aquí es donde el P-Bit juega un papel esencial. Los estudiantes pueden usarlo para medir las variables de crecimiento y realizar observaciones diarias sobre el desarrollo de los hongos.
Este enfoque no solo enseña a los estudiantes a seguir el método científico, sino que también los introduce a la tecnología aplicada en proyectos de sostenibilidad.
5. Pruebas y evaluación
Una vez que los experimentos están en marcha, es esencial que los estudiantes evalúen los resultados. ¿Qué sustrato funcionó mejor? ¿Cómo las variables (humedad, temperatura) afectaron el crecimiento de los hongos? Aquí, los estudiantes analizan sus datos y comparan los resultados con las hipótesis iniciales.
Nosotros como educadores debemos guiar la reflexión y la interpretación de los datos, ayudando a los estudiantes a comprender que el fracaso de una hipótesis no es un error, sino una oportunidad de aprendizaje.
Además, es importante que los estudiantes prueben diferentes variables (por ejemplo, cambiar la cantidad de humedad o el tipo de sustrato) para ver cómo impactan los resultados, lo que fomenta la experimentación continua.
6. Divulgación y sensibilización
El aprendizaje no debe quedarse en el aula. Es fundamental que los estudiantes compartan lo que han aprendido con la comunidad para inspirar a otros. Esto se puede lograr a través de:
Presentaciones escolares: Los estudiantes pueden preparar exposiciones donde expliquen los resultados de sus experimentos y cómo los hongos pueden ayudar a combatir el desperdicio alimentario.
Campañas de sensibilización: Crear carteles, folletos o vídeos que se distribuyan en la escuela y la comunidad para mostrar cómo los residuos pueden reutilizarse de manera sostenible.
Webinars o redes sociales: Los profesores pueden ayudar a los estudiantes a difundir los resultados del proyecto en plataformas digitales para llegar a un público más amplio.
Esta fase ayuda a consolidar el conocimiento de los estudiantes y los convierte en agentes activos de cambio dentro de su comunidad.
7. Desarrollo de hábitos sostenibles
Finalmente, los profesores deben guiar a los estudiantes en la internalización de hábitos sostenibles a largo plazo. Los proyectos de cultivo de hongos y la reutilización de residuos orgánicos no solo son experimentos aislados, sino modelos de comportamiento sostenible que los estudiantes pueden aplicar en sus vidas diarias.
Algunos ejemplos de hábitos que los estudiantes pueden adoptar incluyen:
Compostaje: Crear pequeños sistemas de compostaje en casa o en la escuela.
Reducción de residuos: Ser más conscientes sobre la cantidad de residuos alimentarios que generan y cómo reducirlos.
Consumo responsable: Reflexionar sobre el impacto ambiental de los alimentos que consumen y buscar maneras de reducir su huella ecológica.
El objetivo final es que los estudiantes no solo vean los hongos como un experimento en clase, sino como aliados en la lucha contra el desperdicio alimentario y el desarrollo de una vida más sostenible.
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